La comarca del Bierzo tiene una situación geográfica privilegiada y unas características climáticas perfectas para el cultivo de este delicado fruto: alta luminosidad, humedad ponderada y unas heladas tardías.
Es un fruto carnoso, de sabor exquisito y aroma intenso que se acrecienta con el asado. Tiene forma alargada y presenta tres o cuatro cascos. Cuando, con las primeras heladas, las plantas dejan de dar fruto, se inicia la temporada de asado, un proceso artesanal tras el que los pimientos deben ser pelados a mano con la ayuda de un cuchillo.
El Bierzo es, gastronómicamente hablando, una caja de sorpresas y los pimientos asados son, sin duda, uno de los mejores tesoros: un manjar único y exclusivo, imprescindible en las mejores mesas.