La localidad se asienta sobre el poderoso entorno de los Ancares, en el valle del río Burbia que atraviesa el propio pueblo, en un paraje rodeado de sotos con castaños milenarios y montañas espectaculares.
Lo más destacable son los ejemplos notables de casas tradicionales bercianas y las pallozas.
Gran parte de los rasgos de las casas bercianas son compartidos con las casas típicas gallegas. Algunos especialistas relacionan su origen con los castros astures de la Edad de Hierro, de planta circular, que después evolucionarían a la planta rectangular.
La abundancia de pizarras y esquistos en el valle hace que este material sea el más utilizado en la construcción, armado con mortero de barro, aunque en sus orígenes se construyeron con paja de centeno, teitos, al estilo de las pallozas.
Por otro lado, la madera de los armazones y entramados es de roble y castaño.
Las pallozas son se planta circular ovalada y el tejado, lo más característico, de forma cónica y vegetal.