La iglesia de San Salvador, en Destriana de la Valduerna, fue, al parecer, una donación del rey Fernando II a la Orden de los Caballeros de Santiago en el año 1181.
Es de estilo románico de principios del siglo XII, y carece de grandes adornos en el exterior, aunque sí destaca el reloj de sol de la esquina sur del pórtico de entrada, en el que está grabado el año 1599.
El templo consta de tres naves con sus respectivos ábsides en la cabecera que responden a la triple advocación en sus orígenes.
Dentro del templo hay un capitel de estilo corintio en el que se apoya la pila bautismal. Además destacan sus retablos laterales, románicos; la cruz procesional; el cáliz de estilo gótico; el retablo barroco del altar mayor con un sagrario del siglo XVI, y varias imágenes de los siglos XVI y XVII.
Aunque si algo sobresale del interior de este templo es la lápida empotrada en el muro del Evangelio de importantes dimensiones, 36,5×108 centímetros. No se conoce con exactitud su procedencia, pero se cree que, por el texto que tiene inscrito y por la cruz en bajorrelieve, podría tratarse de un resto del antiguo monasterio prebenedictino de San Miguel fundado por el Rey Ramiro II, hijo de Ordoño II y construido por el obispo de Astorga San Fortis en el primer tercio del siglo X. Esta lápida está trabajada de forma plana, propia de los relieves de estilo prerrománico asturiano y es la única representación de este tipo hallada al sur de la Cordillera Cantábrica.