Cerca de Boñar, en la localidad de Las Bodas, se encuentra uno de los hórreos más valiosos del país, debido principalmente al arcaísmo de su construcción, que data su origen aproximadamente en el siglo XVII, y a la cantidad de pegollos que lo sustentan, un hecho que marca muchas diferencias con el resto de hórreos de la península.
El cuerpo muestra una apariencia tosca, realizada a base de tablones horizontales, a diferencia de Asturias donde son verticales, encajados unos sobre otros sin emplear ni un solo clavo.
Presenta tejado a dos aguas y su estructura recuerda a los más antiguos graneros elevados centroeuropeos, concretamente similares a los de los valles alpinos.
Esta teoría apunta a que estas influencias datan de la Edad de Hierro, de manos de pobladores de aquellas zonas que llegaron a la Península Ibérica. No obstante, no es hasta la llegada del Imperio Romano, e incluso tras el asentamiento en la zona de agricultores de origen celta, cuando se tienen los primeros testimonios sobre el uso sistemático de técnicas para conservar el grano, mediante la edificación de graneros sobre pilotes para hacer frente a las duras condiciones climáticas.
Sobre su propiedad, una hipótesis apunta a que el hórreo de Las Bodas perteneció a un monasterio cercano, ya desaparecido, que tuvo un posible uso comunal, y que después fue pasando de mano en mano hasta la actualidad que ha sido cedido a la Diputación de León.
Perfil del visitante
Familias, grupos de amigos, parejas, viajeros en solitario.
¿Cuándo visitarlo?
Durante todo el año, invierno, primavera, verano u otoño.