La historia ha ido tomando asiento en la comarca del Bierzo mostrando un exquisito gusto en sus ubicaciones. En este territorio plagado de perfiles irregulares, los altos se convierten en excelentes miradores elegidos como lugares privilegiados para la construcción de fortificaciones que se asoman a los valles bercianos.
Algunos, como el de Sarracín, en Vega de Valcarce, aprovechaban la situación estratégica para el control de acceso a Galicia de la colina denominada de Castro Martín en la que fue levantado.
No existen muchos testimonios sobre su fábrica, pero parece ser que fue construido en el siglo IX, tras la expulsión de los musulmanes de Galicia y León, por el Conde Gatón, durante el reinado de Ordoño I. Los restos de los muros, la torre con saetera abocinada y los pórticos de la fortificación, pertenecen al edificio del siglo XIV, cuando el castillo estaba en posesión del Marqués de Villafranca.
El municipio de Vega de Valcarce limita con los Ancares leoneses, Orense y Lugo. Su historia está ligada a su condición de entrada natural a Galicia desde Castilla al encontrarse en pleno Camino de Santiago. Además del castillo medieval de Sarracín, este territorio guarda un amplio legado patrimonial y etnográfico con un imponente paisaje como telón de fondo.