Astorga

Puesto que las excavaciones arqueológicas no han podido aportar evidencia alguna, diferentes historiadores sitúan la fundación de la ciudad en época prerromana, pues ya Ptolomeo se refiere a la ciudad como -ciudad Astur capital de los Amacos-.

Por lo tanto, su fundación, según datos arqueológicos, está relacionada con la presencia, a raíz de las guerras Cántabras, de un destacamento de la Legio X Gemina

Entre los gobiernos de Claudio y Vespasiano, la ciudad asume la capitalidad del Conventus Iuridicus Asturum, siendo el principal núcleo receptor del oro extraído de las minas próximas como Las Médulas. Este auge hizo que Plinio el Viejo, por aquel entonces procurator de la Hispania Citerior, definiera a la ciudad, en su obra Naturalis Historia, como «urbs magnifica», lugar estratégico y formidable encrucijada de vías militares y económicas.[]En los años centrales del siglo III, Astorga obtuvo el título de sede episcopal siendo Basílides su primer obispo.

En el 457 el rey visigodo Teodorico destruyó las murallas y arrasó la ciudad, hecho que volvió a suceder en el 987 por parte de las huestes de Almanzor.

Astorga sufrió desde entonces  una cierta decadencia que se prolongó hasta el siglo XI, cuando se beneficia del auge de las peregrinaciones al sepulcro de Santiago y la consolidación de la ruta jacobea que pasa por la ciudad.

Durante la Guerra de la Independencia, Astorga resistió un duro asedio por parte de las tropas napoleónicas que se saldó con importantes bajas para el ejército extranjero. Esta hazaña le valió a la ciudad la mención de Benemérita.

Por este y otros méritos contraídos a lo largo de historia, Astorga tiene el timbre de Ciudad Muy Noble, Leal, Benemérita, Magnífica, Augusta y Bimilenaria.

El devenir de los siglos se traduce, en esta histórica villa, en un amplio legado artístico, con la románica catedral de Santa María y el Palacio Episcopal de Gaudí como busques insignia de la ciudad, y a los que hay que añadir el amplio legado romano, sus construcciones modernistas, la casa consistorial, sus iglesias conventos y seminario mayor, patrimonio que se reparte por doquier dentro del recinto amurallado de la romana Astúrica.

En Astorga el peregrino encontrará todos los servicios propios de una ciudad de mediano tamaño: albergues, atención sanitaria, alojamientos, tiendas, bares, restaurantes, estación de tren, veterinario, banco y punto de información, entre otros.

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