Arqueología y yacimientos
La provincia de León es un tesoro arqueológico que ofrece a los visitantes una ventana única al pasado. Sus yacimientos arqueológicos destacan por su singularidad y autenticidad, permitiendo un viaje fascinante a través de diversas épocas históricas. Desde vestigios de los antiguos pueblos que habitaron estas tierras, hasta asentamientos muy bien conservados de época medieval. Cada lugar revela capítulos importantes de la historia leonesa.
La autenticidad de estos lugares proporciona una conexión profunda con la historia y la cultura, haciendo de la provincia de León un destino imprescindible para los amantes de la arqueología y la historia.
En un rincón del Bierzo un paisaje sorprendente surge de la tierra rojiza cubierta por un mar de castaños. Estamos llegando a una antigua explotación minera romana y ante nuestros ojos aparece la huella de la acción del hombre para extraer oro de las entrañas de la tierra.
El Castro de la Corona o Castro de Pedredo, en Corporales, estuvo ocupado desde los últimos años del siglo I a.C. hasta el siglo II.
El castro de la Edrada se muestra como una de las piezas que complementan el castro de la Ventosa, y por consecuencia, parte de la historia arqueológica del territorio berciano.
Castro Ventosa es uno de los yacimientos arqueológicos más destacados del Bierzo, tanto por sus dimensiones como por su importancia histórica.
El precioso valle de Fornela, de origen glaciar, es considerado por algunos autores como una subcomarca de los Ancares.
Las denominadas “Cuevas Menudas” de Villasabariego, según recientes estudios, están datadas entre los siglo IX y X, contraponiéndose estas últimas opiniones a las que afirmaban su origen Neolítico.
La zona arqueológica de la ciudad histórica de Lancia, dispone de una situación privilegiada para dominar los valles de los ríos Esla y Porma.
Aparte de la espectacular extracción en torno a las Médulas, los romanos llevaron a cabo labores de minería aurífera en muchos otros puntos a lo largo del río Sil y sus afluentes.
El tungsteno, mineral muy apreciado por los alemanes y aliados para la fabricación del armamento, que marcó una época.