El tramo de la Vía de la Plata, de La Bañeza a Astorga, es una experiencia enriquecedora que combina la belleza natural, la historia y la cultura de la región. En él, los peregrinos tienen la oportunidad de sumergirse en la autenticidad de los pueblos leoneses, pueblos que suelen estar dominados por iglesias antiguas y otros edificios de arquitectura tradicional. Los campanarios, las fachadas de piedra y los detalles arquitectónicos históricos añaden un encanto atemporal a estos asentamientos.
La ruta atraviesa paisajes variados que incluyen campos ondulantes, colinas verdes y arboladas, y áreas de pastizales.
La etapa culmina en Astorga, una ciudad con un patrimonio arquitectónico impresionante. Su catedral, el Palacio Episcopal diseñado por Antoni Gaudí y sus murallas romanas son solo algunas de las joyas que ofrece a los peregrinos. Además, Astorga es un punto de encuentro de caminos, donde la Vía de la Plata se cruza con el Camino de Santiago Francés, lo que añade un ambiente multicultural y animado a la ciudad.