El tramo del Camino de Madrid que va desde Alija del Infantado hasta La Bañeza ofrece a los peregrinos una experiencia rica en paisajes rurales, historia y hospitalidad.
El punto de partida, Alija del Infantado, es un pequeño pueblo con un encanto rústico y una profunda historia. Conocido por su castillo y su impresionante iglesia parroquial, este lugar ofrece una ventana al pasado medieval de la región. Los peregrinos pueden explorar las calles empedradas y disfrutar de la tranquilidad del entorno antes de iniciar su caminata hacia La Bañeza.
Al salir de Alija del Infantado, el camino se adentra en un paisaje rural típico de la provincia de León. Los peregrinos recorren campos agrícolas, prados y pequeñas colinas, con un horizonte dominado por amplios cielos y la tranquilidad del campo y varios pueblos con una rica herencia cultural heredada de siglos pasados.
El tramo culmina en La Bañeza, una ciudad vibrante y llena de vida. Conocida por su patrimonio cultural y su animada vida social, La Bañeza ofrece una bienvenida cálida a los peregrinos. Los visitantes pueden explorar su casco histórico, con edificios señoriales y plazas animadas. La ciudad es famosa por sus mercados y festivales, que reflejan la vitalidad y la tradición de la comunidad local.
La Bañeza también es un lugar perfecto para descansar y recargar energías. Sus numerosos albergues y opciones de alojamiento ofrecen comodidad y una oportunidad para socializar con otros peregrinos. Además, la ciudad cuenta con una variada oferta gastronómica que va desde restaurantes tradicionales hasta modernas propuestas culinarias.