Es una ruta algo más “urbana” que las otras propuestas, ya que se articula sobre las tres “Villas Históricas del Reino de León” integradas en Montañas del Teleno.
La ruta parte de la ciudad de (1) Astorga, repleta de un rico patrimonio que no debe dejar de visitarse, ni de probar un buen cocido maragato, con la tradicional forma de servir la sopa al final. Cualquiera de los numerosos obradores de la ciudad ofrecerán mantecadas, merles y otros dulces dignos de degustar. La ruta romana acerca el legado imperial y los orígenes de la ciudad a los visitantes, con varias estaciones imprescindibles: el museo romano, las termas, la muralla y el foso, así como otros muchos yacimientos visitables bajo edificios de nueva construcción.
Pero también merecen atención la catedral de Santa María, el Palacio Episcopal, obra de Gaudí, la plaza Mayor, o el Ayuntamiento entre otros recursos.
Aunque a La Bañeza se puede ir a por autopista, se recomienda la vieja carretera nacional, que permitirá acercarse mejor al territorio. Así se podrán visitar el (2) municipio de Valderrey, con pueblos pequeños donde la vida cotidiana sale al paso de la visita: Matanza con su lavadero; Valderrey con unas prácticas pontigas de lajas de pizarra para cruzar el arroyo. Y un poco más allá, el puente Valimbre asociado a la Vía de la Plata. Se llega así a (3) Palacios de la Valduerna, que remonta su origen al siglo X cuando Alfonso V manda construir allí un palacio.
Conserva alguna casa blasonada, una bonita iglesia y el castillo de los Bazán, señores de La Valduerna. Apenas a unos kilómetros está (4) La Bañeza. Sus imperiales son reconocidos en toda la provincia, casi tanto como sus legumbres, cuya difusión se propone en el centro de Interpretación de la Alubia. El museo de las Alhajas es interesante, con una buena colección de piezas de joyería e indumentaria tradicional. No deben dejar de visitarse el amplio conjunto de casas modernistas construidas en las primeras décadas del siglo pasado y la Piedad de Gregorio Fernández que se custodia en la iglesia de Santa María.
La ruta continúa en dirección a (5) Jiménez de Jamuz, conocido por su alfarería tradicional y su alfar-museo. Su iglesia, dedicada a san Martín, conserva un artesonado mudéjar. Cerca de la localidad está el embalse de La Tabla, una pequeña balsa de riego que, durante el invierno, atrae a numerosas aves acuáticas, referente para los amantes de la ornitología. En la comarca se mantiene la tradición de salir a conjurar los campos el día de san Isidro Labrador, cuando el santo es llevado en procesión hasta las tierras y se bendicen los cultivos y las viñas. Hay que buscar la intercesión del santo para que no se malogren las cosechas, pues la agricultura sigue siendo la principal actividad de la comarca. Algunas norias y cigüeñales dispersos entre los campos, refieren la importancia del manejo del agua en estas tierras.
La ruta prosigue hasta (6) Villanueva de Jamuz, donde el castillo de los Quiñones mantiene su poderío a pesar de tratarse de una construcción de adobe y piedra del siglo XV. También de los Quiñones era el de (7) Quintana del Marco, donde además se han encontrado numerosas evidencias romanas, entre las que destaca una villa y el mosaico de Hylas entre las Ninfas que se custodia en el museo de León.
En la Nora, el Jamuz vierte sus aguas al Órbigo, el río que un poco más al sur franquea el Puente de La Vizana, de origen romano y vinculado para siempre a la trashumancia. Muy cerca está la última villa del recorrido, (8) Alija del Infantado, con varios recursos que ofrecer al visitante: su castillo-palacio, vinculado al linaje de los Pimentel y a los Duques del Infantado; la iglesia de San Esteban con su artesonado mudéjar; la ermita del Cristo; sus casas, sus bodegas o el museo etnográfico.