Aparte de la espectacular extracción en torno a las Médulas, los romanos llevaron a cabo labores de minería aurífera en muchos otros puntos a lo largo del río Sil y sus afluentes.
Dos de las más conocidas y extensas de esa época son las explotaciones en superficie de La Leitosa y Los Cáscaros, en el recorrido fluvial del Burbia. Se estiman en más de 150 millones de metros cúbicos el terreno que retiraron durante el siglo I en su afán de conseguir el preciado metal, mediante la técnica de derrumbe del monte: para la cual también se crearon muchos kilómetros de canales que transportaban la ingente agua necesaria para la explotación.
Para llegar hasta este antiguo enclave minero, podemos llegar desde la localidad vecina de Paradiña, que se encuentra a unos 15 minutos en coche de Villafranca del Bierzo. Desde allí, distintas rutas nos permiten hacer una circular interesante por los miradores a la mina, parar en sus merenderos, y hasta visitar los restos de la cercana fábrica de hierro de La Somoza.
En su recorrido el visitante puede recrearse con las impresionantes vistas de los Ancares, el Valle del Cua o la zona villafranquina de la Somoza. Otros atractivos alrededor de la zona de minas de La Leitosa son los interesantes castros prerromanos: como los de La Toralina y Campo do Castrelo, en Prado de Paradiña.