La minería marcó gran parte del desarrollo económico del Bierzo.
Con el fin de transportar el carbón de las cuencas mineras del Sil, el 24 de julio de 1918 se aprueba en las Cortes un proyecto de Ley del Ministerio de Fomento que contemplaba la construcción de una línea férrea entre Villablino y Ponferrada, y que se convertiría en el principal eje de progreso económico de la zona.
El edificio de la estación es el único espacio que perdura del conjunto. Su interior está dividido en tres zonas. La primera está dedicada al complejo empresarial que supuso la Minero Siderúrgica de Ponferrada y que está ilustrada con fotos y materiales de la empresa; la segunda parte está relacionada con el ferrocarril, con una amplia recopilación de piezas como uniformes, faroles, carriles y documentos antiguos; la tercera parte está destinada a la taquilla de la estación, donde se expone una colección de todos los billetes expendidos en el ferrocarril, la caja de caudales y un dispensador de billetes, entre otros elementos.
El Museo cuenta también con una biblioteca en la que existe una amplia colección de libros y revistas relacionadas con el tema ferroviario y la minería.
En el área de la lonja se expone una colección de locomotoras que constituyen una excelente muestra de la evolución tecnológica e industrial. Al comienzo de una de las vías hay un simulador de conducción instalado por FEVE que permite a los visitantes viajar en la cabina de una locomotora por la línea de Cubillos del Sila Villablino. También se puede contemplar la mesa del CTC de la estación que fue la primera que se instaló en España en 1954.
El viejo ferrocarril contó con una línea de pasajeros que se mantuvo en activo hasta 1980.