Impenetrable y misterioso, el Castillo de Cornatel, encaramado en un altozano de los Montes Aquilanos, en Villavieja, en el término municipal de Priaranza del Bierzo, constituye uno de los monumentos más emblemáticos de la comarca berciana. Historia y leyenda se acomodan entre los muros de esta fortificación que resiste con heroicidad el paso del tiempo.
La primeras referencias documentales datan del siglo XI, cuando era Castillo de Ulver, aunque su origen, se cree, podría ser anterior dada su estratégica ubicación.
Señores y condes se han ido sucediendo en su propiedad, hasta que en el siglo XIII pasa a manos de la Orden del Temple que ostentó la posesión y disfrute del castillo durante casi cien años, hasta su disolución.
A mediados del siglo XV, con el primer Conde de Lemos como propietario y morador del castillo, éste alcanza su máximo esplendor y es sometido a una gran transformación.
Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1949, este monumento ha sido objeto de intervención e invita a la visita pues además de una prolongada e interesante historia ofrece unas instantáneas de gran belleza.
Esta fortaleza goza de una gran vida cultural además de haber servido de inspiración a escritores como el berciano Enrique Gil y Carrasco que en el siglo XIX, entre estos muros, encontró varios escenarios para la novela “El Señor de Bembibre”, una de las principales novelas históricas españolas.
El castillo cuenta con un museo, donde se recrea el pasado del mismo y sus fases de construcción, así como las posesiones por las que ha pasado a lo largo de la historia.
A partir de enero de 2010 cuenta además con una exposición de armas de asta medievales pertenecientes a la asociación local Caballeros de Ulver .
Festejo popular de ambientación medieval que se celebra cada último fin de semana de agosto y en el que, además de disfrutar de conciertos de música celta, exhibiciones y actividades diversas, se organiza un mercado medieval denominado «Villa de Cornatelo».