El Castro de la Corona o Castro de Pedredo, en Corporales, estuvo ocupado desde los últimos años del siglo I a.C. hasta el siglo II.
A finales de los años setenta y principios de los ochenta se desarrollaron en el lugar varias campañas de excavación. Se exhumaron 17 edificaciones domésticas apiñadas, de forma cuadrada o alargada y de reducidas dimensiones construidas con material del país, y adaptadas a los desniveles del terreno, además de calles enlosadas y pequeños desagües.. Asimismo, se hallaron enseres de cerámica y crisoles de barro.
Sus pobladores pertenecían, según los estudios llevados a cabo, a la cultura castreña del noroeste, con una actividad eminentemente relacionada con el pastoreo y la agricultura.
Esta zona, de gran riqueza aurífera, provocó en su momento el interés de Roma. De hecho, el castro está protegido por un foso de anchura variable que se hizo aprovechando la energía hidráulica de uno de los canales que llevaban agua a la explotación de Las Médulas.
También en Corporales se encuentra el Castro de Palumbar, antiguo asentamiento minero fundado en el siglo I d.C.