Este edificio es uno de los mejores ejemplos del barroco leonés, fue proyectado por el arquitecto Francisco de Lastra en 1675 y guarda similitudes con la fachada de la catedral. Sobre las torres se pueden apreciar chapiteles de influencia flamenca y, si os fijáis, aparece en repetidas ocasiones el escudo de los marqueses de Astorga junto al escudo de la ciudad.
En la parte central podemos ver un reloj del siglo XVIII, obra de Bartolomé Fernández, en el que destacan dos figuras vestidas de maragatos. Son Juan Zancuda y Colasa dos autómatas que marcan las horas desde 1748 aunque los que vemos ahora son réplicas en aluminio de los originales en madera.
A finales del siglo XIX el edificio fue remodelado y ampliado por primera vez y fue ampliado de nuevo en los años 90 del siglo pasado. Tiene dos alturas en el cuerpo central y tres en las torres laterales. La entrada principal la forma un arco de medio punto flanqueado por columnas estriadas, y en la planta inferior se encuentran cuatro huecos a modo de balcones. Desde la primera planta se accede al balcón de forja que recorre la fachada del edificio.
Entre los tesoros que alberga destaca sin duda el famoso pendón de Clavijo, estandarte que las tropas cristianas de Ramiro I portaron en su victoria contra los sarracenos en 844.