La famosa Plaza del Negrillón aglutina los dos emblemas de la villa: la iglesia parroquial y el árbol petrificado que lleva su mismo nombre.
La iglesia fue construida en el siglo XVII bajo el patronato del marqués de Astorga. Lo más destacable es su altísima torre campanario donde se dispone un reloj cedido por el marqués y una estatua móvil que recrea un maragato, un habitante de la comarca de la Maragatería, que toca la campana.
La parte delantera del templo se construyó en 1815 y la parte trasera en el año 1895. La estructura recrea el estilo renacentista y fue elaborada con la conocida “piedra de Boñar”. Tiene como titular a San Pedro apóstol y está dotado de párroco y coadjutor. En el interior de la iglesia hay varios retablos y tallas, así como pasos procesionales de la Semana Santa, como el Cristo de la urna y un Nazareno.
Respecto al árbol del Negrillón, se trata de un olmo que en León se denomina “negrillo”. La historia del mismo parece arrancar en el siglo XVI, conservándose durante siglos gracias a las podas y los cuidados. Hasta los años ochenta llegó a ser un espécimen alto y robusto, pero a partir de esa década, fue atacado por la enfermedad de la grafiosis. A pesar de que se le aplicaron diversos tratamientos curativos vía radicular, no se logró su recuperación, permaneciendo solo el tronco y algunas ramas anchas que se encuentran petrificadas. Tanto el maragato como el legendario árbol están tan arraigados en las tradiciones locales que se nombran en la jota popular de Boñar:
“Dos cosas tiene Boñar que no las tiene León, el maragato en la torre y en la plaza el Negrillón”