El edificio donde se encuentra enclavado el molino museo, toma su nombre de un antiquísimo asentamiento romano conocido como “pobladura”.
El molino ha sido recuperado para mostrar, con todo lujo de detalles, el proceso tradicional de la molienda.
El edificio consta de tres plantas, en la inferior se pueden observar las compuertas que daban origen al aprovechamiento hidráulico; en la segunda, a nivel de suelo, se encuentra la sala de molienda con toda su maquinaria y elementos auxiliares para trabajar el cereal, por último, en la planta superior, se puede ver una maquinaria de madera, más evolucionada e industrial, para un proceso cerealístico más comercial.
Se puede completar la visita al molino visitando al canal, de casi 2 kilómetros de largo, que proveía de agua al complejo y que aún posee las compuertas que regulaban el caudal y abastecimiento hidráulico.